* Había ganado cinco ligas y una Copa del Rey... pero llamado al sacerdocio por el Señor en Medjugorje, entró en el seminario y, ahora, a punto de ordenarse, juega sus últimos partidos.
* “Aquel verano de 2005 jugamos el Mundial Sub’21 y empezamos muy mal la competición. Iba tan mal que un domingo fui a Misa y le ofrecí un pacto a Dios: le dije que si Él arreglaba ese Mundial, yo iría a Medjugorje con mi padre. Y así fue. Hicimos historia. Nunca antes una Sub 21 había hecho medalla y nosotros quedamos terceros”
* “En Medjugorje te das cuenta de que Dios es algo más que un ideal, de que está contigo, de que eres hijo suyo y que está ahí para todo, aunque tú no estés para nada. No sé cómo decirlo, pero le empecé a tomar en serio”
27 de julio de 2012.- (Jesús García) Carlos Ballbé Sala, Litus para los amigos, nació en el seno de una familia católica y, bien temprano, a la edad de cinco años, comenzó a desarrollar la afición al hockey hierba, deporte muy asentado en Terrasa y que en su casa ya habían practicado tres generaciones. Litus despuntó pronto, llegó a jugar en el club más importante de España y de los más punteros de Europa. Mientras triunfaba en el deporte del stick crecía también en otros terrenos como el de las fiestas, las chicas y los amigos más de noche que de día. Sin ser algo escandaloso, no era precisamente el prototipo de chico formal. Triunfador, deportista, buen estudiante, juerguista.