Llamamiento del Sr. Obispo a los jóvenes y a las familias
Queridos diocesanos:
La escasez de vocaciones es un problema grande y doloroso de
nuestro tiempo, también en nuestra diócesis. Sin un número conveniente de
sacerdotes nuestras comunidades eclesiales corren peligro de volverse
desnutridas, porque les falta la Palabra de vida y la Eucaristía que es pan de
vida eterna. ¿Qué hacer? nos preguntamos. La gran tentación es pretender transformar el sacerdocio – el sacramento
de Cristo, el ser elegidos por él – en una profesión normal, en un
empleo que tiene sus horas, y en el que quien ha recibido el sacramento del
Orden se pertenece solo a sí mismo. Convertirlo en una profesión como otra
cualquiera: hacerlo accesible y fácil. Pero se trata de una tentación que no
resuelve el problema porque desnaturaliza el sacramento del Orden.