Para ello busca crear las condiciones óptimas para que cada cristiano pueda optar, con madurez y libertad, por una forma específica de seguimiento de Jesús, según la voluntad de Dios sobre su vida.
La Pastoral Vocacional:
• Tiene su raíz en la acción evangelizadora de la Iglesia. La Iglesia está llamada a anunciar la Buena Noticia del Reino a todos las personas, a comunicar la fe y a ayudar a los que siguen a Cristo a descubrir su vocación y su misión.
• Responde al mandato que nos dio el Señor: «La mies es mucha y los obreros pocos.
Rogad, pues, al Dueño de la mies que envíe obreros a su mies.» (Mt 9, 37-38)
• Nace del testimonio eclesial, ya que cada miembro de la Comunidad Eclesial es y debe ser portavoz de la propuesta vocacional.
• Promueve todas las vocaciones (sacerdotal, religiosa, laical) con las que Dios quiere enriquecer a su Pueblo.
• Es una acción de toda la Comunidad Cristiana, en sus diversas expresiones, por lo que requiere una mentalidad común de corresponsabilidad y la colaboración activa de todos.
• Debe ser expresión de la continua maternidad de la Iglesia, que siempre engendra vida con la fuerza del Espíritu, Señor y Dador de vida.
• Parte de una concepción de la "vocación" como un diálogo entre la llamada de Dios y la respuesta de la persona.
• Como dimensión inherente a la pastoral general, busca la continua inserción en ésta.
• Ofrece una pastoral de acompañamiento cercano y profundamente respetuoso con las personas.
• Invita a la experiencia del "venid y veréis".