Carta Abierta del Sr. Obispo a los Religios@s de la Diócesis
Mons. Manuel Sánchez Monge
Queridos religiosos y
religiosas:
Con esta carta deseo expresaros mi sincero
agradecimiento a todos los religiosos y religiosas de esta Diócesis de
Mondoñedo-Ferrol por vuestra presencia en medio de nosotros. Sois una multitud también en nuestras tierras
gallegas. Una multitud, muchas veces callada, que vive con ansias de santidad su
consagración a Dios, y con verdadero entusiasmo el servicio de acogida solidaria
al prójimo, especialmente al más necesitado. Por eso sois un auténtico regalo
para la Iglesia y para la sociedad. Sois por vocación ‘buscadores de Dios’.
Seguid manteniendo vuestros ojos fijos en el Señor y enseñadnos a pasar de las
cosas secundarias a las esenciales, es decir a lo que de verdad importa.
Contemplad el rostro transfigurado del Señor en la oración para que podáis
descubrirlo desfigurado en tantos hombres y las mujeres marcados por las heridas
de nuestro tiempo. Ofrecedles, con la vida y la palabra, el don del Evangelio.
Os agradezco en
segundo lugar todo lo que hacéis en la Iglesia y con la Iglesia a favor de la
evangelización y del desarrollo integral de la persona. Son múltiples las
actividades pastorales en las parroquias y en los centros de culto, ocupándoos,
junto con los catequistas seglares, de la formación cristiana de los niños, de
los jóvenes y de los adultos. Así manifestáis vuestra pasión por Cristo y por
los hombres. Los religiosos no sólo tenéis
una historia llena de servicios extraordinarios a la evangelización, sino un
futuro por construir, con el que estamos todos
comprometidos.
Pero hoy quisiera agradeceros de un modo
especial vuestro gran trabajo en el campo educativo y en las múltiples obras
sociales, a través de las cuales salís al encuentro de los hermanos más
necesitados con el amor mismo de Dios. ¿Dónde están los religiosos y religiosas
en nuestra diócesis concretamente? Pues están en los lugares de frontera, allí
donde se encuentran los seres humanos más vulnerables de nuestro tiempo.
“Con renovado esmero muchas
personas consagradas encuentran en el ejercicio de las obras de misericordia
evangélica enfermos que curar, necesitados de todo tipo, afligidos por pobrezas
antiguas y nuevas. También otros ministerios, como el de la educación, reciben
de ellas una colaboración indispensable que hace madurar la fe a través de la
catequesis o ejercita un verdadero apostolado intelectual. No faltan tampoco
quienes sostienen con sacrificio y siempre con más amplias colaboraciones la voz
de la Iglesia en los medios de comunicación que promueven la transformación
social. Una opción fuerte y convencida ha llevado a aumentar el número de
religiosos y religiosas que viven entre los excluidos. En medio de una humanidad
en movimiento, cuando tantas gentes se ven obligadas a emigrar, estos hombres y
mujeres del Evangelio avanzan hacia la frontera por amor de Cristo,
haciéndose cercanos a los últimos” (Caminar desde Cristo, 9. He aquí,
como botón de muestra, dónde los religiosos y religiosas de nuestra diócesis
encuentran:
· Enfermos que curar:
Siervas de Jesús en el Hospital General.
· Transeúntes que acoger:
Refugio para transeúntes (Siervas de Jesús).
· Discapacitados psíquicos
mayores: una obra magnífica a cargo de las Hijas de la
Caridad.
· Ancianos, especialmente
aquellos que no pueden pagar otras Residencias: Hermanitas de Ancianos en
Piñeiros y Viveiro.
· Niños de familias
desestructuradas: Hijas del Divino Celo en Burela, Esclavas de la Inmaculada
Niña en Viveiro, Apostólicas de Cristo Crucificado en O
Barqueiro.
· Colegios: en Ferrol,
Compañía de María (San Amaro y Lestonac), La Salle, Cristo Rey, Discípulas,
Mercedarios y Mercedarias; Salesianos y Terciarias Franciscanas de la Purísima
en Foz e Hijas de la Caridad en Ribadeo.
· En el mundo rural:
Abadín (Sagrada Familia de Burdeos), Muimenta (Franciscanas de la Madre del
Divino Pastor), Fraternidad Reparadora en Bretoña, Ortigueira y Vares, en
Guitiriz, Apostólicas de Cristo Crucificado y, por fin, las Hijas de la Virgen
de los Dolores en Ferreira.
· Parroquias: Claretianos
(Ferrol y Baltar).
· Marginación:
Oblatas.
Seguid buscando a Dios en los hermanos más
pobres, primeros destinatarios de la Buena Noticia (cf. Lc 4,18) con los que
compartís vuestra vida y misión. Pienso también en el testimonio, a veces
arriesgado, de los religiosos misioneros en circunstancias frecuentemente
difíciles y recuerdo, si no me falla la memoria, que las Hijas de la Caridad
fueron las primeras en atender a los enfermos de Sida cuando esta enfermedad
despertaba muchos recelos.
Contad
con las oraciones de vuestro Pastor y, sobre todo, con la ayuda del Señor y de
nuestra Madre María, la primera y más perfecta consagrada."
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