La historia vocacional del Santo Padre Francisco no es diferente a la de muchos sacerdotes y seminaristas. El joven Bergoglio como todo joven de su época tenía ya un proyecto en su mente. Nos cuenta Sergio Rubin, que "Jorge, junto a su novia, se dirigía a una fiesta y al pasar por su parroquia porteña de San José de Flores, sintió un gran deseo de confesarse y fueron las palabras del sacerdote (cuyo nombre nunca reveló) que lo sacudieron".